Tengo 24 años, mi vida antes de llegar a Equilibrium era un caos; tenía tiempo sintiendo un vacío dentro de mí, que era complicado de explicar, a veces solo pensaba en formas de como morir, hasta en maneras de como lastimarme, primero era sencillo, lo hacía en una mano, después comencé a profundizar más, haciéndolo en la pierna y con heridas aún más grandes, prefería mil veces más sentir el dolor de la navaja cortando mi cuerpo, que el sentimiento que abundaba en mí. Comencé a realizar viajes, extraños, donde solo quería alejarme de todos y cada oportunidad que tenía, solo preparaba maletas y me iba algún lugar, primero comenzó así, después fue aumentando en ir a fiestas y tomar, hasta en ocasiones perder la noción, solo quería sentir algo más que el vacío que abundaba en mí, recuerdo haber hecho tantas cosas de las cuales me desconozco, desde el salir con un chico y con otro, hasta el pasar horas y horas jugando LoL, cuando comienzo a ir con la psiquiatra y al darme un diagnóstico, me aferre a el, a que era algo con lo cual tenía que lidiar toda mi vida, tal vez estar medicada todo el tiempo o simplemente culpar a mi madre por sus malas decisiones. Yo, ya no sabía sentir mis emociones, dejaba que las emociones me controlaran a mí, desde rabias inexplicables, hasta llantos inconsolables o alegrías, que de la nada crecían.
Mi madre al verme ante la situación, como noches sin dormir, días sin hablar, parecía simplemente un saco de papas más en esta existencia. Un día sin pensarlo, decido terminar con ese sentimiento de vacío, esa situación que creía que no tenía solución y opto por suicidarme, para mi buena suerte mi madre me encontró a tiempo, aunque fui a parar al hospital un par de días, sentía que por alguna razón, seguía aquí, acepte todo aquello que mis padres me dijeran, terapias familiares, visitas con uno y con otro médico, simplemente era una locura, hasta que un día, la novia de mi hermano le comenta a mi mamá sobre “Equilibrium”. Ella sentía que ya era su única alternativa y opta por llevarme, al principio creía que sería uno de esos lugares, donde vas con el clásico psicólogo y hablas de tu intento de suicidio o algo así, pero algo totalmente diferente me esperaba, trabajar con 3 personas que en lo personal me han enseñado mucho, me han ayudado a controlar mi ansiedad a base de respiraciones, de decir que es aquello que quiero y aquello que me da miedo. Hablar un poco más con mi madre, colaborar y dejar de que me vean con la niña pequeña en casa, en ocasiones salía muy cansada de terapia, pensando que no podría aguantar más, que eran muchos bombardeos, pero el hecho de ver que no me encontraba sola, tomo la calma. Aún es complicado adaptarse a todo, ya que por mucho tiempo viví un estilo de vida, que no me pertenecía, algo que lo hacía, solo para “Sentir”
Considero que fue un placer total el poder trabajar conmigo, mis emociones, de buscar la manera de causar una paz en mí y no lastimarme, de perder mis miedos, de crecer más como Ale, Hija, Hermana, Prima, Amiga y sobre todo al permitirme escuchar y ser escuchado. Sin duda es el lugar ideal para poder volverte a sentir, disfrutar y apreciar, las cosas bellas y malas que nos rodean. Porque aprendí que las emociones son para sentirte, no para guardarlas, sin duda forman un gran equipo las personas que están al frente, los Doctores, Alejandro, Alejandra, Karina y el Psiquiatra Miguel Ángel. Gracias por dejarme sentir y disfrutar cada una de mis emociones. Un gran equipo de trabajo que brinda las mejores herramientas, para poder crear del destrate, algo hermoso.
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